CIUDAD DE MÉXICO (apro).- En menos de 15 días, militantes perredistas han sido víctimas presumiblemente de la delincuencia que azota en el estado de Guerrero. El secuestro del exdiputado Catalino Duarte, de cuyo paradero no se sabe nada desde hace 10 días, y el asesinado del dirigente estatal Demetrio Saldívar Gómez.
Por esa razón, la presidenta nacional de ese partido, Alejandra Barrales, sostuvo que ambos sucesos confirman que México es un “Estado fallido, particularmente el estado de Guerrero”.
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