“Ilustre desconocido”

 

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Distinguido lector de la presente: el pasado 26 de agosto, el de la firma sufrió un vergonzoso golpe a su presunción de saber al arrancar la hora del calendario de pared, pues resulta que entre las efemérides del día estaba la de la muerte de un tal Antón Leeuwenhoek, del que se decía que fue un científico y nada más; como que el nombre me sonaba, pero no podía ubicarlo.



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