CIUDAD DE MÉXICO (apro).-Durante su declaración en la audiencia de vinculación a proceso por el asesinato del sacerdote Joaquín Hernández Sifuentes, el imputado Jesús, quien se identificó como taxista de Uber, alegó agresión sexual por parte del cura.
Expuso que el sacerdote acostumbraba hacer reuniones con hombres jóvenes en su casa parroquial: “los invitaba a ingerir bebidas embriagantes y a fiestas en su recámara”, aseguró Jesús, de acuerdo con información del periódico Zócalo de Saltillo.
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