CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El próximo 22 de marzo se cumplirán 21 años de que un piquete de soldados adscritos al 41 Batallón de Infantería incursionó en la comunidad indígena de Barranca Tecuaní, en la Montaña de Guerrero, y abusó sexualmente, como método de tortura, de Inés Fernández Ortega.
“Voy a buscar justicia hasta que me muera”, dice Fernández Ortega, quien en su lucha imparable tocó las puertas de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH),, en Washington y obtuvo una sentencia en la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CoIDH), en 2010, condenando a México a esclarecer los hechos, reparar íntegramente los daños y a tomar medidas de no repetición.
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