Arturo Rodríguez García
MEXICO, DF, 18 de febrero (proceso).- A Jesús Fernando Lara Ruiz, de 14 años, lo sorprendió un fuerte estruendo seguido de una lluvia de piedras y brasas. Cerró los ojos mientras una fuerza irresistible le jalaba el brazo. Quería ver, pero se lo impidió una nube negra que lo envolvió. Cuando las cenizas y el polvo de carbón se disiparon su padre lo encontró colgando del andamio. Tenía el brazo destrozado.
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