CHILPANCINGO. Gro. (apro).- A cuatro días de que el fiscal Xavier Olea Peláez reveló que el gobernador Héctor Astudillo Flores ordenó ejecutar a un líder delincuencial y anunció un megaoperativo en la región de la Tierra Caliente para liberar a personas secuestradas, las víctimas siguen desaparecidas y la delincuencia opera con impunidad.
Este fin de semana, decenas de policías federales regresaron a la región de Tierra Caliente después de meses de ausencia pero se mantienen solo en tres de los nueve municipios que conforman esta convulsionada franja colindante con Michoacán y el estado de México donde el narco lo controla todo.
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