México D.F., 3 de agosto (apro-cimac).- El costo de la equidad de género en la distribución de candidaturas en los comicios de junio último fue el recrudecimiento de la violencia contra las mujeres: Críticas, comentarios sexistas, amenazas, violación sexual y hasta asesinatos.
Con la paridad de género como obligación constitucional, por primera vez en la historia electoral del país hubo más mexicanas contendiendo por un cargo público; en respuesta por entrometerse en un mundo dominado por los hombres sufrieron distintos tipos de violencia, como lo constataron activistas en Chiapas, Morelos, Guerrero y Sonora.
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