CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Yolanda Guerrero Caballero denunció que a ella y otros 500 pacientes, el Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía (INNN) les colocó, sin su consentimiento, un implante que carecía de autorización para emplearse en humanos, de acuerdo con un informe de la Comisión Nacional de Arbitraje Médico (Conamed).
En un comunicado, la organización Centro de Comunicación Social (Cencos) precisó que los daños ocasionados por el implante son irreversibles, ya que prácticamente se encuentra encarnado en el cerebro, lo que ha generado a los pacientes la imposibilidad de realizar sus actividades diarias debido a fuertes dolores de cabeza, inestabilidad en el cuerpo y deficiencia para conciliar el sueño.
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