IXTACZOQUITLÁN, Ver. (apro).- El teléfono en la casa de Luisa Carrera Valdez repiqueteó con fuerza el 30 de octubre, cuatro días después de su desaparición, junto con seis personas más a manos de policías municipales y estatales. Su mamá tomó la llamada y con palabras altisonantes le dijeron: “Sí quiere volver a ver con vida a su hija tiene que depositarnos un millón de pesos”.
La mamá de Luisa entró en shock y no pudo sostener el teléfono en la mano. La llamada fue tomada por otro familiar quien exigió una “prueba de vida” para poder “negociar” el regreso de Luisa a casa. La comunicación se cortó desde entonces.
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