TUXTLA GUTIÉRREZ, Chis. (proceso).- De la mano del gobernador Pablo Salazar Mendiguchía y de Alejandro Burillo Azcárraga, empresario del Grupo Pegaso, el equipo de futbol Tiburones Rojos de Veracruz llegó en 2002 a Chiapas para convertirse en Jaguares. La entidad, sumida en la miseria, ya podría presumir de tener un futbol “de primera”.
En ese momento Salazar describió la llegada del club de futbol como “un proyecto de vida, de futuro deportivo, social y económico”.
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