Cuando el papa Juan Pablo II, en su primera visita a México, ofició misa en Catedral, resurgió el grito de “¡Viva Cristo Rey!”. Hoy esos tiempos parecen haber quedado atrás, a decir del historiador francés naturalizado mexicano Jean Meyer. Es un buen momento para que analice su libro ya clásico, La Cristiada, a medio siglo de aparecido. Eso hace, a petición de Proceso, al tiempo que evoca cómo lo fue documentando y enamorándose del país. Y rememora la gran lección laica del presidente Cárdenas que puso fin al cruento episodio. ¿Los mexicanos ya nos reconciliamos con ese pasado? “Muchos sí”, responde.
Judith Amador Tello
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