CIUDAD DE MÉXICO (apro).– Un juez federal refrendó la suspensión de actividades de una mega granja de cerdos, al considerar que su funcionamiento pone “en riesgo el derecho a la salud, el medio ambiente sano y al agua”, y afecta el interés superior de la niñez y la libre determinación del pueblo maya de Homún, en Yucatán.
Las organizaciones Kanan ts’ono’ot, Representantes de la Infancia en Homún e Indignación, Promoción y Defensa de los Derechos Humanos, celebraron la decisión del juez Segundo de Distrito, Rogelio Leal Mota, de mantener la suspensión de actividades de la empresa Producción Alimentaria Porcícola (PAPO), al confirmarse que antes que la mega granja entrara en operación, no existía una planta de tratamiento de aguas residuales, no se consultó al pueblo maya de Homún, ni se consideró la aplicación de un principio precautorio ante los riesgos que representaba para el medio ambiente.
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