CIUDAD DE MÉXICO (apro).- En su afán por operar una nueva planta de cianuro de sodio en territorio mexicano, la empresa Chemours Company sufrió su tercer revés –después de dos intentos infructuosos por construirla en Salamanca y San Luis de la Paz, Guanajuato–, debido a que un juez de distrito ordenó la suspensión definitiva de su edificación en Gómez Palacio, Durango.
La suspensión fue dictada el pasado lunes 2 por el juez Tercero José de Jesús Rosales, en atención a un juicio de amparo promovido por abogados de la asociación civil Pro Defensa del Ciudadano, tras la represión que corporaciones estatales y municipales ejercieron contra pobladores y activistas en una protesta efectuada el 9 de marzo anterior, con varios heridos y detenidos.
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