Por: Samantha Paez
TLAXCALA, Tlx. (apro).- Keren Ordoñez y Sandra Arana no se conocen, pero tienen mucho en común: ambas están privadas de la libertad por delitos que no cometieron, fueron torturadas por agentes de la entonces Procuraduría de Justicia de Tlaxcala y están internadas lejos de sus familias y redes de apoyo.
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