PRISMA INTERNACIONAL
BERLÍN, Alemania.- El pasado 2 de agosto la abogada alemana de origen turco Seda Basay-Yildiz recibió un fax en su despacho de Frankfurt: “¡Miserable turca cerda! No acabarás con Alemania. Mejor que te vayas a la mierda mientras puedas salir con vida de aquí. En represalia mataremos a tu hija…”.
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