CIUDAD DE MEXICO (proceso).- Desde que tenía 23 años de edad, Jesús Alfredo Guzmán Salazar, hijo de Joaquín Guzmán Loera, se convirtió en una pieza importante de las operaciones de narcotráfico del Cártel de Sinaloa que ha dirigido su padre durante los últimos 15 años. Igual se ha encargado de la logística de trasiego de diversas cantidades de cocaína y heroína a Estados Unidos que de la recolección de las ganancias de la organización criminal en ese país, y del lavado de dinero de dichas ganancias.
Así lo señala el expediente criminal 09-cr-383 abierto en su contra en 2009 en la Corte Federal de Distrito Norte de Illinois, en Chicago, del cual Proceso tiene copia.
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