México, D.F., 5 de septiembre (proceso).- Según el director de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade), Alfredo Castillo, los atletas mexicanos “son prioridad del Estado”… menos la subcampeona olímpica Aída Román. Con esta deportista, aspirante a medalla en Río 2016, mantiene un enfrentamiento abierto: descalifica sus resultados, cuestiona las competencias a las que asiste y le pide públicamente que se ciña a las decisiones de “los expertos”. La arquera no se manda sola, dice.
Durante más de dos años Román ha vivido un calvario. Prácticamente ha entrenado sola porque los funcionarios responsables del deporte mexicano y la presidenta de la Federación Mexicana de Tiro con Arco (Femeta), Effy Sánchez, no han podido resolver los vericuetos administrativos para contratar un entrenador de tiempo completo y con la calidad suficiente que la guíe en su camino al podio en los próximos Juegos Olímpicos.
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