CIUDAD DE MÉXICO (proceso).-El despacho de abogados Mossack Fonseca creó compañías offshore para mexicanos a través de una firma de Miami, Estados Unidos. La mayoría fue para empresarios que acudieron al despacho establecido en Panamá, le compraron nombres de firmas en Bahamas, manifestaron su dirección en las Islas Vírgenes Británicas y algunos trasladaron su contabilidad a Ginebra, Suiza.
La identidad de los beneficiarios de esas sociedades quedó oculta en esos esquemas, que hacen difícil conocer los nombres de los verdaderos accionistas. Sólo Mossack Fonseca y la intermediaria en Estados Unidos, JTC Group Miami, sabían quiénes eran esos mexicanos.
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