MADRID (apro).- El independentismo catalán fracasó en su intento por investir esta noche –en España– como nuevo president de la Generalitat al diputado Jordi Turull, una operación que pretendía adelantarse a la cita que este viernes tienen todos los líderes independentistas en el Tribunal Supremo, donde el magistrado Pablo Llarena decidirá si los procesa por los delitos de rebelión y sedición.
Los cuatro diputados de la antisistema Candidatura d´Unitat Popular (CUP) se abstuvieron, lo que dejó en evidencia la división que se vive en las filas del independentismo.
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