CIUDAD DE MÉXICO (proceso).- Paola Espinosa tiene la mirada fija en un objetivo: ganar una medalla individual en Río 2016. No es que esté en deuda consigo misma, dice, pero es el único premio que le hace falta. Hace cuatro años, en Londres 2012, terminó en sexto lugar. “Creo que dios y el destino no quisieron que ganara”, declaró entonces, al calor de la decepción.
A sus cuartos Juegos Olímpicos, Espinosa llega con 30 años, pero se siente como si tuviera muchos menos. No piensa que es el fin de su carrera ni su última oportunidad. Se describe plena, motivada, mentalizada y físicamente casi al cien por ciento.
Adquiere una fotografía para ilustrar esta nota aquí