PRISMA INTERNACIONAL / REPORTAJE / ROMA (apro).- Francisco, el Papa que quiere tender puentes, intentó esta semana aprender a bailar con lobos: a tratar al presidente de los muros, el estadunidense Donald Trump, como un socio temible e inevitable a la vez.
El resultado fue un impasse de espera: durante la reunión que mantuvieron en El Vaticano el miércoles 24, los dos líderes lograron un diálogo de mínimos sobre los grandes temas que los mantienen en polos opuestos, entre ellos los migrantes, la desigualdad social, el cambio climático y la paz.
Adquiere una fotografía para ilustrar esta nota aquí