Madrid (proceso).- Las elecciones generales de este domingo 20 representan el fin del bipartidismo en España. Las fuerzas tradicionales, el Partido Popular (PP) y el Socialista Obrero Español (PSOE), que gobernaron casi 40 años, ahora sufren una importante sangría de votos por la irrupción de los partidos emergentes Podemos y Ciudadanos, que en muy poco tiempo lograron cautivar a millones de españoles molestos por la precariedad económica, el desempleo y la corrupción que aqueja a esas viejas organizaciones políticas.
En la encuesta que dio a conocer el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) el jueves 3, y en otra media docena publicadas posteriormente por los medios, el PP y el PSOE no llegan ni a 50% de intención de voto. Ambos perderán entre 79 y 99 escaños, según la encuestadora.
Adquiere una fotografía para ilustrar esta nota aquí