MÉXICO, D.F., 11 de febrero (proceso).- “Dijo el señor que vino hace cinco años que habrá que esperar a que nos den la casa porque dijeron que lo habían robado; quién sabe quién lo robó, pero aquí seguimos esperando”, explica, desde la caseta telefónica de su pueblo, el campesino mixe Fidel Rojas, sostén de una de las miles de familias damnificadas por el fraude del Programa de Vivienda Rural, de la Secretaría de Desarrollo Social, en 2005.
El programa, en vez de beneficiar a los sin techo más pobres, fue canalizado hacia las campañas políticas de 2006.
Adquiere una fotografía para ilustrar esta nota aquí