El asesinato de dos jesuitas en Chihuahua puso en alerta al clero mexicano. El primer paso propuesto por la jerarquía católica es una gran jornada de oración e introspección durante este mes, pero no parará ahí: su intención es convocar a diversos actores sociales para que aporten ideas encaminadas a diseñar un plan nacional de pacificación, que corrija la que califican de fallida estrategia gubernamental de seguridad.
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