PARÍS (proceso).- El 30 de agosto de 2011, Ettore Scola anunció que ponía punto final a su carrera cinematográfica.
Se encontraba en Pésaro, ciudad italiana de la costa adriática donde acababa de presentar 1943-1997, un magistral cortometraje “mudo” de escasos ocho minutos filmado en blanco y negro, en el cual entrelazaba la historia de un niño judío escapando a una redada de soldados nazis en el gueto de Roma hacia 1943, con la de otro niño africano indocumentado que huía de una cacería policiaca, también en Roma, pero en 1997.
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