John M. Ackerman
CIUDAD DE MÉXICO (proceso).- De cara a su muy probable descalabro electoral tanto el próximo 5 de junio, en las elecciones para gobernador en 12 estados y para la Asamblea Constituyente de la Ciudad de México, como en las elecciones presidenciales de 2018, el régimen se mueve rápidamente para acomodar sus fichas. El objetivo es garantizar su control sobre las palancas centrales del poder, aun en el caso de que el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y sus aliados se vieran obligados por la sociedad mexicana y la comunidad internacional a entregar temporalmente el control sobre el Poder Ejecutivo nacional y en algunas entidades federativas clave.
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