CIUDAD DE MÉXICO (apro).- En las últimas tres décadas se estabilizó la macroeconomía en México y algunas instituciones democráticas se fortalecieron, sin embargo, la desigualdad, la pobreza y en particular la baja movilidad social intergeneracional permanecen aún como grandes pendientes dentro de la agenda pública.
Así lo destacó el Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY), luego de señalar que los gobernantes no han tomado en cuenta lo suficiente esa movilidad social, e incorporarla como eje rector de las políticas públicas –abundó– generaría un país más justo, eficiente y armonioso.
Adquiere una fotografía para ilustrar esta nota aquí