MÉXICO, D.F., (proceso).- El concierto de los cuatro músicos californianos del grupo Eagles of Death Metal empezó de manera extraña, en la sala Le Bataclan: El vocalista clavó un cuchillo en una bocina. El recinto ubicado en el número 50 del bulevar Voltaire –un escenario, una sala, un balcón y un pequeño restaurante– estaba lleno el viernes 13.
Poco menos de una hora después del arranque de la tocada, el caos se apoderó del lugar. Según los reportes, cuatro hombres armados con rifles de alto calibre asesinaron a los guardias de seguridad, ingresaron al recinto –algunos sobrevivientes aseveran que gritaron “¡Allahu akbar!” (¡Dios es grande!)– y abrieron fuego de manera indiscriminada contra las centenas de personas que asistían al concierto. Entre la oscuridad y el elevado volumen de la música, los asistentes tardaron en reaccionar.
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