CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Dos años atrás el Centro de Ciencias de la Atmósfera (CCA), adscrito a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), alertó sobre la posibilidad de que una nube tóxica ahogara a la Ciudad de México. Y así ocurrió.
El fenómeno se presentó la semana pasada. La combinación de sequías, incendios, baja ventilación y alta emisión de contaminantes por el uso de automóviles fueron los factores que intensificaron los niveles de polución.
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