CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Como en los tiempos de la hegemonía priista, la relación partido-Presidencia se relanzó hoy: un presidente de México, el saliente Andrés Manuel López Obrador, recomendó unidad y dictó pautas de actuación, mientras que su relevo, la presidenta electa Claudia Sheinbaum Pardo, delineó lo que espera de la militancia bajo su liderazgo.
Y, sin embargo, Sheinbaum Pardo llamó a no convertirse en un partido de Estado, del mismo modo que los priistas hablaban de la “sana distancia”.
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