CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Si partimos del supuesto que el objetivo prioritario de la política exterior de un país deben ser sus vecinos y miramos hacia la frontera sur, México obtiene muy mala calificación. Más allá del tema de la migración, al que ya nos hemos referido, se carece de una estrategia de política exterior hacia Centroamérica.
Cierto que no es algo nuevo, así ha sido tradicionalmente. Sin embargo, el sexenio de López Obrador comenzó de manera diferente. Hubo un interés marcado por la relación con los países del Triángulo del Norte. Un conocido estudio solicitado a la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) fue presentado el mismo día de la inauguración de la nueva administración a los gobiernos de Estados Unidos, Guatemala, Honduras y El Salvador.
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