“La posesión de Altair”: actividad paranormal mexicana

MONTERREY, NL (apro).- De inicio, La posesión de Altair (2017) se introduce en una calle sin salida: toda la acción es presentada a través de una videocámara que los personajes se van pasando, entre ellos, para registrar los acontecimientos en los que participan. A lo largo de la película viven numerosas situaciones en las que debiera suspenderse la grabación. Pero no. Una persona se está desangrando y quien lo acompaña, en vez de atenderla, sigue grabando. Ejemplos de esos abundan en esta obra regiomontana de bajo presupuesto escrita, producida y dirigida en el 2012 por Víctor Dryere. Por razones de postproducción se estrenó cinco años después.

La época es los setenta. Con una buena ambientación, y filmada en una sola locación, se presenta la relación de una pareja joven que entra en una etapa disfuncional cuando ella comienza a experimentar letargos, evasiones mentales, catatonia.



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