CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Cinco periodistas asesinados en México en lo que va del año. La indignación que estos homicidios concita se circunscribe básicamente a los informadores y organizaciones de derechos humanos que los apoyan… y no mucho más.
Unos trescientos colegas se manifestaron frente a una de las puertas de la Secretaría de Gobernación el pasado 25 de enero, dos días después del asesinato en Tijuana de la periodista Lourdes Maldonado; cientos más se manifestaron en una decena de ciudades del país. Pero a esas movilizaciones no se sumaron asociaciones de profesionistas ni de universidades ni de sindicatos ni de organizaciones civiles. A todas luces, en este trance los periodistas estamos solos. A la inacción de las autoridades –denunciada una y otra vez–, se suma el vacío de la sociedad.
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