CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Bajo el discurso y aclaración de que “la Unidad de Inteligencia Financiera no es una agencia de investigación judicial, ni es una oficina burocrática para autorizar ciertas actividades o servicios”, Pablo Gómez se presentó en San Lázaro para ser ratificado por los diputados como titular de ese órgano.
Era el único trámite que faltaba para que el exlíder estudiantil ocupara oficialmente el cargo que dejó Santiago Nieto tras el escándalo de su boda con la consejera del Instituto Nacional Electoral (INE), Carla Humphrey, en Antigua, Guatemala.
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