CIUDAD DE MÉXICO (apro).- En esta época de eficientismo es necesario retomar las ideas del exrector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Ignacio Chávez, respecto de la misión de la institución académica. Es decir, que sea “un laboratorio de hombres capacitados para el trabajo técnico, pero también para el cultivo del espíritu, imbuidos del respeto a la verdad y a la justicia”.
Así lo señaló el rector Enrique Graue Wiechers en una ceremonia para conmemorar el 120 aniversario del natalicio fundador del Instituto Nacional de Cardiología, quien también pugnó por no hacer de la UNAM una fábrica de profesionales y técnicos para generar la sociedad de consumo.
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