MÉXICO, D.F., 3 de marzo (proceso).- A punto de entrar en escena los equipos de campaña, los candidatos, los manejadores de imagen, la publicidad que abarrota las calles, las numerosas entrevistas y todo lo demás en lo que será una de las más complicadas sucesiones presidenciales del país, vale la pena concentrarse en las propuestas y en las más ingentes prioridades nacionales, como la seguridad, la energía y la educación.
Por lo que se refiere al tema educativo, lo que se ha conocido en los primeros discursos de los candidatos a la Presidencia de la República no anuncia la superación de las terribles y costosas condiciones de atraso y desigualdad que padecen millones de niños y jóvenes mexicanos. Hace falta ir más allá y proponerse organizar e impulsar un gran acuerdo social para la transformación del conjunto del sistema educativo, lo cual no será posible si lo encabezan quienes han llevado la educación al peor nivel conocido en la historia nacional.
Adquiere una fotografía para ilustrar esta nota aquí