ZACATECAS, Zac. (apro).- Como mujer indígena wixárica en condiciones de pobreza, a sus apenas 20 años y madre de una niña, Liliana fue víctima de casi todas las formas de discriminación y violencia feminicida e institucional, agudizadas por el desconocimiento que sobre los usos y costumbres de éste y otros pueblos originarios tienen las instancias del Estado.
Liliana era golpeada e insultada por su esposo. No hubo autoridad ante la cual denunciarlo, porque en su comunidad podía ser rechazada y alejada si lo hacía.
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