CIUDAD DE MÉXICO (apro).- La capilla de Funerales Martínez lucía atestada. Era marzo de 2010 y el féretro con Jorge Mercado Alonso estaba a punto de partir hacia el panteón Santo Cristo, en Saltillo. Murió golpeado y acribillado cuando salía del campus del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), donde estudiaba un posgrado, para cenar junto con su compañero de estudios, Javier Arredondo.
La balacera del 19 de marzo de 2010, en el exterior del campus, se envolvió brevemente en las dudas sembradas por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), que identificó dos cuerpos como sicarios abatidos, y para la fotografía de prensa les colocó armas de alto poder, que luego debieron retirar.
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