MÉXICO, D.F., 22 de diciembre (proceso).- El pasado 30 de noviembre, último día del sexenio de Felipe Calderón, a las 8:30 de la mañana peritos de la Procuraduría General de la República (PGR) llegaron al Panteón Civil de Dolores. Con ayuda de panteoneros abrieron las fosas comunes donde están los restos hallados en las narcofosas de San Fernando, Tamaulipas, y sacaron diez cuerpos descompuestos. Pasaron todo el día seleccionándolos. No salieron hasta el atardecer, cuando los cadáveres habían sido incinerados.
Una semana después las cenizas de ocho guatemaltecos “que la PGR identificó como William, Bilder Osbely, Delfino, Erick Raúl, Gregorio, Jacinto Daniel, Marvin y Miguel Ángel” y de dos guanajuatenses “Israel y Luis Miguel” fueron entregados en urnas a sus familiares. La dependencia alegó que la cremación se hizo por “razones sanitarias”.
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