CIUDAD DE MÉXICO (proceso).- En menos de cuatro años, ocho empresarios del Estado de México diversificaron sus negocios a prácticamente todas las áreas en que el gobierno asigna contratos. Contra la lógica empresarial, cuya tendencia mundial es hacia la especialización, este grupo “invierte” lo mismo en obra pública que en la venta de desayunos escolares, en el sector energético y en guarderías subrogadas.
Sus dominios ya son nacionales: operan carreteras y puertos, poseen líneas de autobuses, camiones de carga y aviones; tienen medios de comunicación y hospitales públicos. Alguno es dueño de un banco y de hoteles de gran turismo en playas, mientras otro opera telefonía y tiene gaseras, pero ambos coinciden en prestar servicios a la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
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