Las representaciones de la guerra

CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- Todas las guerras son terribles. Resulta insoportable saber de la muerte de tanta gente, de heridos que arrastrarán alguna marca a lo largo de su vida, de los niños huérfanos. Duele más cuando los causantes apenas si se conmueven, insistiendo en sus fines egoístas. No pasa un año sin que la humanidad conozca una guerra o conflicto de envergadura. Algo evitable si los líderes tomaran las decisiones correctas, si no estuvieran dispuestos a arrojar al campo de batalla a quienes estarán involucrados en una guerra que no provocaron.

Luego de la invasión de Rusia a Ucrania el 24 de febrero, los medios informativos tomaron partido de inmediato porque en efecto es repudiable la decisión de Vladimir Putin, pero no sólo por lo que políticamente significa, sino por el impacto en quienes a partir de ese momento su vida se encuentra en vilo enfrentando los despiadados bombardeos, el abandono de sus hogares, la hambruna y la incertidumbre de lo que vendrá.



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