MEXICO, DF (apro).- La legalización de la mariguana con fines lúdicos o recreativos ha traído una discusión entre los sectores sociales, políticos y hasta religiosos sobre la conveniencia y los impactos que puede traer para el país esta decisión histórica, pues no es lo mismo hacer esto en un país como México, donde el narcotráfico forma parte ya de la vida económica, política y social, que en Uruguay, donde no representa mayor problema.
Aunque la aprobación de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) no implica la comercialización y distribución, detrás de esta decisión hay un tema muy importante que es empezar a poner fin al poder económico del crimen organizado, que ya se ha fundido con el poder político, trayendo consigo tragedias como la muerte violenta de más de 150 mil personas, 30 mil desaparecidos y medio millón de desplazados, que son consecuencia directa del negocio ilícito de las drogas.
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