CIUDAD DE MÉXICO (apro).- La imposición de la Ley de Seguridad Interior equivale al “haiga sido como haiga sido” de Felipe Calderón cuando justificó que se haya quedado con la Presidencia de la República por encima de las prácticas democráticas.
Al promulgar la Ley de Seguridad Interior con el conocimiento de que es un dechado de violaciones constitucionales, el presidente Enrique Peña Nieto mostró también su desprecio al espíritu del régimen democrático.
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