TUXTLA GUTIÉRREZ, Chis., (apro).- Luego de seis años y ocho meses presos, el indígena tseltal, originario de San Juan Cancuc, Diego López Méndez, fue puesto en libertad, tras una intensa campaña nacional e internacional de sus amigos, familiares, activistas y defensores, que alegaron fue víctima de tortura para autoinculparse por un crimen que no cometió.
La tarde del 18 de julio del 2012, policías ministeriales vestidos de civil detuvieron arbitrariamente a Diego López Méndez, cuando se encontraba trabajando de mesero en un restaurante de San Cristóbal de Las Casas.
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