Olga Pellicer
CIUDAD DE MÉXICO (proceso).-La toma de posesión del presidente de Estados Unidos número 45, Donald Trump, ocurre en medio de circunstancias tan perturbadoras que es difícil decidir el ángulo por el que se desea abordar. Desde su triunfo electoral, problemas que estaban presentes tomaron una dimensión más amplia y de consecuencias más profundas. Estamos ante situaciones que no habíamos previsto y obligan a nuevas líneas de análisis y propuestas distintas.
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