López Obrador, sin proyecto político

CIUDAD DE MÉXICO (proceso).- La “plausible” decisión del presidente electo Andrés Manuel López Obrador de separar el poder económico del poder político, semejante a la hazaña de Benito Juárez de dividir el poder civil del poder eclesiástico, es de tal magnitud que exige una reforma institucional y un acompañamiento del Congreso y de su propio gabinete, porque si la emprende solo, así sea el jefe de Estado, fracasará, advierte el constitucionalista Diego Valadés.

Y es que ante la cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) en Texcoco, anunciada por López Obrador tras una consulta popular, Valadés lamenta que la participación del Congreso en el proceso sea “la más cercana a cero”, pese a que en ambas cámaras Morena tiene mayoría, y las reformas a la Ley Orgánica de la Administración Pública mantienen “el mismo viejo estilo” que no otorga responsabilidades al gabinete.



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