MÉXICO, D.F., 21 de enero (proceso).- Los detectores moleculares ADE651 y GT200, empleados por el gobierno mexicano para localizar cargamentos de droga, armamento y explosivos en aire, mar y tierra, son aparatos “fraudulentos”, una “burla” a la inteligencia y un riesgo para la seguridad nacional. En realidad no detectan nada.
Casi 2 mil de estos detectores moleculares fueron comprados en 2007, al inicio de la administración de Felipe Calderón. El Ejército y la Marina anunciaron la adquisición de un instrumento capaz de detectar a varios kilómetros hasta un nanogramo “””una milésima de millonésima de gramo””” de prácticamente cualquier sustancia ilegal y de armas de uso exclusivo de las Fuerzas Armadas. En resumen, tenían un arma “mágica” contra el narco.
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