Los estados de la discordia

Debido a las características del sistema electoral estadunidense, un puñado de estados indecisos podrían definir al triunfador de las elecciones presidenciales del próximo martes 3. En la recta final de los comicios, John Biden y Donald Trump se los disputan palmo a palmo, sus equipos concentran en ellos los actos y gastos de campaña y sus estrategas diseccionan las características de sus electores –edad, raza, género, preparación, empleo– para que no se les escape ningún voto.

Washington (apro).- Era la 1:35 de la mañana del 9 de noviembre de 2016, cuando la noticia alcanzó a los seguidores de Donald Trump congregados en una banqueta de la Sexta Avenida, afuera de su fiesta electoral. Se difundió que había ganado el estado de Pensilvania. El júbilo de esa noche se transformó en emoción solemne ante el milagro: se tomaron las manos en círculo y comenzaron a rezar. No importó que ese estado hubiera sido ganado por solo 0.7%, ni que al contabilizar todos los votos del país su candidato obtuviera 3 millones menos que su contrincante.



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