Los presidenciables y el uso de la fe

 

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El 16 de octubre, la designación del candidato a la Presidencia en el PRI fue descrita por el presidente Enrique Peña Nieto como una liturgia; otro día, una sorprendida Margarita Zavala reaccionó con torpeza ante la salutación de un matrimonio integrado por dos mujeres y su hija, un tema que, en noviembre, y junto con el aborto, Andrés Manuel López Obrador declinó abordar “para no ofender a nadie” en su presentación de proyecto de nación.



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