CIUDAD DE MÉXICO (apro).– El presidente Andrés Manuel López Obrador informó que los sacerdotes jesuitas Javier Campos y Joaquín Mora, asesinados la víspera en una iglesia de la Sierra Tarahumara de Chihuahua, no eran el objetivo del ataque, porque los agresores iban persiguiendo a una persona que se refugió en el lugar.
En la conferencia mañanera, el mandatario dijo que el poblado de Cerocahui, municipio de Urique, donde asesinaron a los religiosos, es una zona donde prevalece la confrontación de grupos delictivos.
Adquiere una fotografía para ilustrar esta nota aquí